La serie El Eternauta, estrenada el pasado 30 de abril de 2025 en Netflix, ha trascendido el plano artístico para convertirse en un fenómeno cultural y económico sin precedentes en la Argentina. En apenas cinco días, acumuló 10,8 millones de visualizaciones, posicionándose como la tercera serie más vista a nivel global en la plataforma y la más vista en idioma español, según datos de Netflix. Su impacto no solo fue simbólico, sino también medible: generó más de 41.000 millones de pesos para la economía nacional, de acuerdo con un estudio de Empiria Consultores y la propia plataforma de streaming.
El éxito de esta producción protagonizada por Ricardo Darín y dirigida por Bruno Stagnaro es un ejemplo concreto de cómo las industrias culturales pueden actuar como motores económicos. La serie empleó a casi 3.000 personas, movilizó sectores como transporte, hotelería, logística y servicios técnicos, y utilizó más de 50 locaciones reales en Buenos Aires, además de 35 escenarios virtuales creados con tecnologías de punta como fotogrametría y escaneo 3D.
El fenómeno de El Eternauta refuerza una tendencia global: los sectores culturales y creativos representan un promedio del 7% de todas las empresas en países de la OCDE, y contribuyen al desarrollo no solo económico, sino también social y educativo. La inversión en cultura genera empleo calificado, mejora la percepción del país en el exterior y puede convertirse en un factor de atracción para nuevas inversiones. Países como Corea del Sur o España han demostrado que el fomento sistemático de estas industrias puede traducirse en crecimiento sostenido, prestigio internacional y beneficios tangibles para la ciudadanía.
Además, el caso argentino demuestra que una política cultural pública bien articulada con inversiones privadas puede dar resultados de alto impacto. La experiencia de El Eternauta debe tomarse como una hoja de ruta: cuando el talento local se combina con recursos, tecnología y visión estratégica, el resultado no solo es arte de calidad, sino también desarrollo económico concreto.
La historia del Eternauta: una epopeya argentina con mensaje universal
El Eternauta es mucho más que una serie exitosa. Es la adaptación de una de las historietas más emblemáticas de la Argentina y de América Latina. Creada en 1957 por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López, narra la historia de una invasión alienígena en Buenos Aires, donde un grupo de personas comunes resiste en condiciones extremas. El protagonista, Juan Salvo —el Eternauta—, encarna la figura del héroe colectivo, del ciudadano que, desde el anonimato, lucha por sobrevivir y preservar la humanidad.
La historieta, publicada originalmente en la revista Hora Cero, se transformó con el tiempo en un símbolo de resistencia y crítica social. En sus versiones posteriores, especialmente en la segunda parte publicada en 1976, Oesterheld acentuó su mirada política, lo que lo convirtió en blanco de la represión de la dictadura militar. Fue secuestrado ese mismo año y permanece desaparecido desde entonces.
El Eternauta no solo representa un hito del arte gráfico argentino, sino que es una obra que anticipó debates actuales sobre la solidaridad, la memoria, el autoritarismo y la responsabilidad colectiva. Su llegada a Netflix revaloriza su mensaje y lo amplifica ante nuevas generaciones, reafirmando que la cultura, cuando es genuina y poderosa, también puede representar un enorme beneficio económico para los países en el marco de una industria del entretenimiento cada vez más globalizada.¨