Desde su estreno el 13 de marzo, Adolescencia, el nuevo drama británico de Netflix, atrapó a millones de espectadores y avivó un debate global sobre la seguridad de los adolescentes en internet. La serie narra la historia de un niño de 13 años sospechoso de cometer un asesinato tras ser influenciado por contenidos en línea, reabriendo la discusión sobre el impacto de las redes sociales en los jóvenes.
En solo 11 días, Adolescencia acumuló 66,3 millones de visitas, convirtiéndose en la serie limitada con el mejor estreno en la historia de Netflix, según Variety. Además, se posicionó como el programa más visto de la plataforma en decenas de países, incluido Estados Unidos.
El formato innovador de la serie, con cada episodio filmado en una sola toma, intensificó su impacto. La historia aborda cómo la influencia de figuras en línea puede moldear la mentalidad de los adolescentes y llevarlos a conductas peligrosas. Su crudeza ha generado un fuerte impacto en la política británica y el primer ministro Keir Starmer debatió el tema en el parlamento tras ver la serie con sus hijos.
Impacto más allá de la pantalla
El revuelo provocado por Adolescencia ha trascendido la ficción. La secretaria de Educación del Reino Unido anunció su intención de reforzar la prohibición del uso de teléfonos inteligentes en las escuelas para reducir la exposición de los menores a contenidos potencialmente dañinos. Por su parte, el cocreador de la serie instó a alejar a los niños de las redes sociales, advirtiendo sobre su impacto en el desarrollo juvenil.
Furor en redes sociales
Más allá de la pantalla, la serie ha generado una ola de debates en plataformas digitales. Hashtags relacionados con Adolescencia se viralizaron en X (antes Twitter), TikTok e Instagram. Padres, educadores y expertos en seguridad digital expresaron su preocupación sobre la problemática que plantea el programa. En TikTok, numerosos jóvenes han compartido testimonios sobre su exposición involuntaria a contenido de la “manosfera”, un ecosistema de sitios web, blogs y foros que promueven una masculinidad radical, hostilidad hacia las mujeres y oposición al feminismo.
Además, organizaciones de seguridad infantil han utilizado la serie como punto de partida para nuevas campañas de concienciación. En este contexto, las grandes plataformas tecnológicas enfrentan una creciente presión para reforzar la moderación de contenido y mejorar sus algoritmos de recomendación.
¿Y ahora qué?
Si bien la discusión sobre la seguridad en internet no es nueva, el fenómeno de Adolescencia ha puesto nuevamente en el centro del debate la necesidad de una regulación más estricta y una educación digital efectiva. Mientras la serie continúa batiendo récords, la sociedad enfrenta una pregunta clave: ¿cómo proteger a las nuevas generaciones de los peligros del mundo digital?