El auge de las inversiones en inteligencia artificial ha desatado un entusiasmo sin precedentes en los mercados financieros globales. Gigantes tecnológicos y fondos de inversión destinan miles de millones de dólares a proyectos que prometen transformar industrias enteras, desde la salud y la educación hasta las finanzas y la manufactura. La IA se presenta como el nuevo motor del crecimiento económico y la innovación.
Pero junto al optimismo, emergen señales de alerta. Algunos analistas advierten que la magnitud de las valuaciones y el ritmo de las inversiones recuerdan peligrosamente a la burbuja de las “puntocom” de comienzos de siglo. En aquella oportunidad, el entusiasmo por Internet impulsó valoraciones desmedidas que luego se desplomaron abruptamente.
Hoy, el debate está abierto: ¿se trata de una verdadera revolución tecnológica o de un espejismo financiero alimentado por expectativas desmedidas? Mientras los defensores de la IA confían en su potencial transformador, los más cautos insisten en que la historia podría repetirse, y que el entusiasmo, una vez más, podría estar inflando una burbuja difícil de sostener.
Mookie Tenembaum desarrolla este tema en el último episodio de Inteligencia Artificial, Perspectivas Financieras.