Un fallo judicial en Estados Unidos marcó un hito en la histórica batalla antimonopolio contra Google. El juez federal Amit Mehta decidió que la empresa podrá conservar su navegador Chrome, el más usado del mundo, pero con condiciones estrictas destinadas a frenar prácticas anticompetitivas.
El Departamento de Justicia había solicitado que Google se desprendiera de Chrome para reducir su poder de mercado. La Justicia no accedió a esa medida extrema, aunque prohibió a la compañía firmar contratos de exclusividad que obliguen a los usuarios a utilizar Chrome como navegador predeterminado. Además, ordenó a Google compartir con sus rivales los datos clave que utiliza para generar y clasificar resultados de búsqueda.
La decisión busca abrir la competencia en el mercado digital y reducir el dominio de Google en las búsquedas online. Aunque Alphabet, la matriz de Google, celebró el fallo con un alza del 6% en sus acciones tras el cierre de Wall Street, la compañía advirtió que la obligación de compartir datos sensibles podría poner en riesgo la privacidad y seguridad de los usuarios.
¿Por qué es un fallo de alta jerarquía?
- Google evita el escenario más temido: tener que vender Chrome, lo que habría transformado el equilibrio de poder en internet.
- Sin embargo, pierde una herramienta clave: los contratos de exclusividad con Android, Apple y Samsung, que ayudaban a sostener la omnipresencia de su navegador.
- El fallo obliga a abrir información estratégica —como señales de búsqueda y criterios de clasificación— a la competencia, un paso inédito en el sector.
El caso, en detalles
- El juez Mehta determinó en 2023 que Google actuó como monopolio en el mercado de búsquedas en línea.
- El fallo ahora restringe sus contratos de exclusividad, pero le permite seguir pagando por la preinstalación de sus aplicaciones (apps).
- Los rivales del buscador tendrán acceso a datos esenciales para competir en igualdad de condiciones.
El contexto general
- Separar Chrome habría cambiado radicalmente el ecosistema digital y hasta el negocio de Google en inteligencia artificial.
- El juez, sin embargo, optó por un remedio intermedio: mantener Chrome bajo Google, pero limitar las prácticas que refuerzan su posición dominante.
- El caso es considerado uno de los juicios antimonopolio más importantes desde los que enfrentaron a Microsoft en los años 90.
¿Qué se dijo?
- Google aún no respondió oficialmente al fallo.
- La compañía sostiene que compartir datos de búsqueda podría exponer información sensible de los usuarios.
- Críticos señalan que la medida podría abrir un debate complejo entre competencia y privacidad.
Lo que viene
- Google planea apelar el fallo, lo que podría llevar el caso hasta la Corte Suprema.
- Mientras tanto, el mercado estará atento a cómo la obligación de compartir datos impacta en el desarrollo de competidores y en la evolución de la inteligencia artificial aplicada a las búsquedas.
En conclusión
El fallo contra Google marca un punto de inflexión en la regulación tecnológica de Estados Unidos: no obligó a la compañía a desprenderse de su navegador Chrome, pero sí le impuso condiciones que limitan su poder y obligan a abrir información clave a sus rivales. En el corto plazo, Alphabet sale fortalecida en los mercados, pero a largo plazo se abre un terreno incierto, donde la tensión entre competencia y privacidad será determinante para el futuro de las búsquedas online y la inteligencia artificial.