Las tensiones globales evocan cada vez más los ecos de la Guerra Fría, aunque con un tablero distinto y actores en posiciones renovadas. La guerra en Ucrania, que en sus inicios ocupó el centro del conflicto internacional, hoy se percibe más como una pieza táctica dentro de una disputa estratégica de mayor escala.
El resultado es un escenario en el que la confrontación ya no se mide solo en frentes militares, sino también en términos de influencia tecnológica, financiera y cultural. Una nueva pulseada global se despliega, con múltiples focos de tensión y con el recuerdo de la Guerra Fría sirviendo como advertencia y, quizás, como espejo.
Mookie Tenembaum analiza este tema en el último episodio de El Observador Internacional. Escuchá su diálogo con Horacio Cabak.
