El caso conocido como “Rusiagate” vuelve al centro de la agenda política y judicial de Estados Unidos. El Departamento de Justicia investiga una presunta conspiración contra Donald Trump, mientras nuevos informes revelan que la CIA habría intentado frenar la publicación de un documento que descartaba interferencia rusa en las elecciones de 2016. El informe, finalmente desclasificado con ediciones, cuenta con el respaldo de Trump y críticas de sectores políticos que alertan sobre riesgos para la seguridad nacional.
En el plano político, Trump ha intensificado sus ataques contra el expresidente Barack Obama, reavivando el clima de confrontación. Aunque no hay señales de un cierre definitivo del caso, las investigaciones continúan, alimentando el debate mediático y político. El “Rusiagate” sigue siendo un símbolo de la polarización estadounidense, en un contexto internacional marcado por tensiones persistentes entre Washington y Moscú.
Mookie Tenembaum analiza a fondo este tema en un nuevo episodio de El Observador Internacional. !Escuchalo!