El gobierno de Israel logró elevar el estándar de la guerra moderna al integrar inteligencia artificial en cada fase de su ofensiva contra Irán. Lo que antes requería semanas de análisis y decisiones, pasó a resolverse mediante algoritmos que identifican, priorizan y ejecutan objetivos militares con una precisión inédita.
El contexto:
Ante la amenaza creciente del programa nuclear iraní y la expansión regional de la Guardia Revolucionaria, Israel adoptó un enfoque híbrido que combina espionaje, ciberinteligencia y operaciones militares asistidas por IA.
Cómo lo hizo:
Procesamiento masivo de datos:
Sistemas avanzados cruzaron información proveniente de fuentes humanas (espías infiltrados), imágenes satelitales, escuchas electrónicas y sensores en territorio enemigo.
Coordinación de ataques quirúrgicos:
Drones armados, previamente infiltrados en Irán, neutralizaron defensas aéreas y sistemas de misiles en sincronía con los bombardeos principales.
Capacidad adaptativa en tiempo real:
La IA permitió ajustar planes de ataque sobre la marcha, optimizando rutas, minimizando riesgos colaterales y dificultando la respuesta iraní.
El impacto:
La ofensiva marcó un antes y un después en el uso de IA militar: precisión milimétrica, mínima exposición de tropas y máxima disrupción sobre las capacidades del adversario.
Escuchá el análisis de Mookie Tenembaum en diálogo con Horacio Cabak en el último episodio de “Inteligencia Artificial Perspectivas Financieras”