Holanda enfrenta una serie de problemas y desafíos clave, como el control estricto de la inmigración, la creciente criminalidad asociada al narcotráfico, y tensiones políticas internas debido a la fragmentación gubernamental. La infraestructura energética y los problemas agrícolas también son preocupaciones, junto con los desafíos ambientales relacionados con el cambio climático y la gestión del agua. La desigualdad social y la crisis de vivienda agravan la situación económica, donde el poder adquisitivo ha disminuido. Además, la política exterior se ve influenciada por los cambios en la administración de EE. UU. y la relación con la OTAN. Este es el tema de un nuevo diálogo semanal de Mookie Tenembaum, El Observador Internacional, con Horacio Cabak