Hasta los 15 años pensaba en estudiar medicina. Pero se cruzó con el libro Cosmos y le escribió una carta a su autor, Carl Sagan. La respuesta del científico cambio su destino.
Se licenció en la UBA y obtuvo una maestría en la universidad de Pensilvania. Actualmente estudia el comportamiento de partículas en la atmósfera y dice que hay que animarse a soñar.